El olor perfumado del vestido amarillo
que me calentó en el verano / mientras/pasaba por ti.
Puedo ver tus palabras susurradas
en el oscuro, desnudo y vulnerable.
Me llama la atención, el sabor dulce de tu postre femenino.
Y con una pruebita,
Chupé un pedacito de tu suave acaricio.
En el fin, carecí tus pensamientos guardados
y los besaba.
“Te amo,” me gritaste a mi con una mirada tan brillante
que no podría tocar el sabor de tu amor… y me perdí. Fue perdido.
-RDP